«Mejor pájaro libre que rey cautivo.»
Historia del hidromiel
El hidromiel surgió en un gran número de civilizaciones como la primera bebida fermentada fruto de la casualidad.
Se dice que se produjo en las propias colmenas donde se había filtrado el agua de lluvia. Eso permitió que el azúcar y las levaduras contenidas en el panal fermentaran, dando lugar a un néctar alcohólico considerado el primer hidromiel. A partir de ese descubrimiento, nacerían todas las demás variedades.
Hay hallazgos que datan del siglo I a.C de cuernos de vaca usados como recipientes que contenían trazas de levadura y polen. Griegos, romanos, celtas, normandos, egipcios, mayas y diferentes culturas, elaboraban hidromiel por sus beneficios naturales y medicinales, así como bebida diaria por los nutrientes y energía que proporcionaba.
Para los vikingos esta bebida era sagrada, único alimento del dios Odín y preparada por las valquirias.
Según la mitología griega, Aristeo hijo de Zeus, fue educado por las ninfas donde recibió la enseñanza sobre la apicultura, desarrollando la primera receta de hidromiel que fue legada a los hombres.
Al ser una bebida tan antigua hay escritas muchas tradiciones entorno a ella. Se dice que la expresión luna de miel procede de la creencia de que si los recién casados bebían hidromiel durante el periodo de 28 días que corresponde a una luna, su fertilidad aumentaría y con ella lo harían las posibilidades de engendrar hijos.
Con el paso del tiempo ha ido perdiendo popularidad en favor del vino. En parte por el excesivo tiempo de fermentación que con la tecnología de aquellos tiempos hacia que se contaminara o tuviera malos sabores, desplazándola al norte de Europa donde el cultivo de la vid es más difícil. Al final la llegada de la elaboración de la cerveza acabo por desplazar del todo al hidromiel, haciendo de esta bebida una gran desconocida hasta el día de hoy.
Sin embargo, parece existir una tendencia a nivel global de recuperar el gusto por lo tradicional. En USA las ventas de hidromiel subieron casi un 85% llegando a multiplicarse en estos últimos años. No sabemos dónde llegará, pero desde luego merece la pena no dejar caer en el recuerdo esta bebida a base de miel y agua que fue descubierta por casualidad hace tanto tiempo.